¿Te sientes a menudo zarandeado por tus emociones?
¿Te has descubierto a lo largo del día en una dinámica que va desde la euforia al abismo?
¿Te es difícil encontrar la calma, la tranquilidad y la paz en este clima emocional?
Entonces quizá tengas curiosidad en ver lo que sigue y en encontrar una perspectiva positiva y creativa a las tormentas emocionales que condicionan y determinan tus días y noches.
Reflexiones y propuestas sobre la montaña rusa emocional:
En los próximos meses y años, las emociones van a estar a flor de piel… de hecho, hace tiempo que lo están, y son varios los motivos de naturaleza climática espacial, social y energética.
La calma, la paz y la tranquilidad no se esperan en este parte emotereológico, y quien las pretenda, deberá emprender una Viaje de autodescubrimiento a contra corriente… de no hacerlo, los hopis definen la situación global de esta manera:
¨Hay un río que fluye muy rápido.
Es tan grande y raudo que asustará a algunos.
Tratarán de aferrarse a la orilla.
Sentirán que son destrozados y sufrirán mucho.
Sepan que el río tiene un destino.
Los mayores dicen que debemos soltar la orilla
y deslizarnos hacia el centro del río,
manteniendo abiertos los ojos y las cabezas por encima del agua¨.
Un Sol hiperactivo, la contaminación y la creciente influencia tecnológica durante las últimas décadas han modificado el clima en la biosfera, incrementando la energía y los campos electromagnéticos.
Para las culturas que ven la vida como una red interconectada, este creciente clima energizado, está creando un escenario donde los recuerdos inconscientes van a emerger y se van a poner de manifiesto grandes y graves tensiones acumuladas, que ya se están expresando como una batalla emocional en todos los planos, desde lo colectivo, hasta lo personal.
No es tan diferente a lo que sucede en las conexiones neuronales activadas por bioelectricidad: abren archivos olvidados del inconsciente para mostrarnos lo que somos y no queremos ver.
En los próximos años tendremos que acostumbrarnos a tormentas emocionales de dimensiones sorprendentes, que sobrepasarán la meteorología climática para provocarse también política y socialmente. La negación de la pulsión al recuerdo negado y exiliado en lo inconsciente, traerá el resurgimiento de viejos problemas colectivos e individuales que atañen a cómo nos tratamos entre human@s, entre lo masculino y femenin@, la gente y la naturaleza, la libertad y el sometimiento…
Tormentas emocionales como las que ya estamos viviendo vendrán y serán más fuertes e intensas, incluso se estimularán como ha sucedido los últimos años favoreciendo la sumisión y la renuncia a crecer y desarrollarnos a través de acrecentar el miedo y la ira para que no se expresen posibilidades de cambio y transformación. Aguantar el chaparrón de lo que hay y convencernos de que no tenemos otras opciones serán las ideas reiteradas y sembradas en el pensamiento colectivo.
El cambio climático emocional es nefasto y maravilloso a partes iguales; parece que es una transición que sucede cada veinticinco mil años y tiene que ver con la inclinación del eje de rotación de la Tierra respecto al Sol, y del sistema solar respecto a la galaxia.
Como dicen los hopis, dejarse ir y fluir con el río de la vida, te vincula a las posibilidades creativas de este tiempo extraordinario, mientas que resistirse, solo acarreará el incremento del miedo y la desesperación.
Los nativos americanos y los taoístas, tienen una visión del cuerpo y la vida como una red, y el estar conectado a la red de la naturaleza y sus acontecimientos, es lo que nos sitúa en el fluir de la espontaneidad. Si recordar que somos naturaleza siempre ha sido importante, ahora es imprescindible para no sucumbir a las tormentas emocionales que cada vez serán más frecuentes e intensas.
Las actividades, cursos y formaciones que vamos a realizar durante este curso 2022 / 23, van encaminadas a recordarte como campo de energía, porque es en esta dimensión energética y simbólica, donde podemos encontrar una disposición cooperativa de las emociones basada en la medicina tradicional china y el chamanismo.
Las emociones y sus síntomas son un lenguaje que pertenece a la inteligencia simbólica y energética, ámbitos poco o nada desarrollados en nuestra cultura, y que sin duda tienen mucho que ver en los desatinos de estos tiempos revueltos y extraordinarios.
Cuando actualizamos la conciencia de que somos campos energéticos, se retoman los vínculos profundos con la Naturaleza que son los que nos permiten sentirnos en una casa común, donde pueden cuidarse y expresarse pulsiones que ahora negamos o desatendemos y que sin embargo necesitamos como el agua en el desierto.
Te proponemos para empezar a recuperar tu naturaleza energética el DAS NUDOS EMOCIONALES.
Un trabajo de atención que realizas en tu vida cotidiana de forma secreta para los demás, a través de pequeñas y poderosas acciones de gran impacto energético y simbólico, para deshacer nudos profundos que involucran a esas emociones descontroladas que se apoderan de ti y son complejas de gestionar.
Los nudos emocionales y energéticos son el problema, y a la vez la solución; son energía cristalizada que no podemos disponer para lo que nos importa lastrando la voluntad e iniciativa.
Si aprendes una nueva forma de abordar estos nudos lejos de como lo haces habitualmente, podrás reintegrar esa vitalidad que te pertenece para abordar tu día a día con menos estrés, conseguir calma, activar tu creatividad y gestionar con otro enfoque aquello que sabes puede crear nudos emocionales en los tiempos y climas revueltos en los que nos vamos adentrando.
El escrito Hopi, concluye su visión de este tiempo así:
A esta altura de la historia, no tomaremos nada como personal
Y mucho menos a nosotros mismos,
Pues en el momento en que lo hacemos
Nuestro crecimiento y viaje espiritual se detienen.
La época del lobo solitario concluyó.
¡Reúnanse!
Cancelen la palabra combate en su actitud y vocabulario.
Todo lo que hagan desde ahora debe hacerse de modo sagrado
Y celebrando.
“Somos la gente que estábamos esperando”.